Actualmente, cada vez son mas las parejas que que acuden a este tipo de terapia.

Ante el recelo o la incertidumbre del cliente, de pensar, si pudiera encontrarse con metodologías mas clásicas y poco flexibles, deberíamos aclarar, que la terapia de pareja, no consiste únicamente en una prescripción de tareas o ejercicios encaminados a modificar ciertas actitudes y hábitos.

Así pues, trabajaremos en un espacio íntimo, desinhibido y natural. Trataremos de realizar un encuadre, en el que la pareja delimitará su relación y su contexto. Vamos a identificar dependencias, carencias, desajustes, problemas y objetivos, sobre los cuales trabajaremos, sin dejar nunca de lado el plano de las emociones.

Actuaremos también sobre las áreas de bloqueo personales que afectan a la relación, así como aquellos comportamientos de “sabotaje” de la terapia o “autoengaños”.

Las sesiones podrán realizarse conjuntamente con los dos miembros de la pareja. No obstante, en los casos que se considere oportuno, podrán darse sesiones paralelas o individuales, cuando se trate de bloqueos personales, que afecten en el progreso de la terapia.

¿Quién solicita la terapia de pareja?

Normalmente siempre hay uno de dos miembros que da el primer paso (soliendo coincidir, con el más afectado emocionalmente por la situación). La otra parte de la pareja, en un principio se suele sentir arrastrada, y no suele ser consciente de la gravedad de la situación. Es muy común, que la persona que no toma la iniciativa considere, que se trata de algo pasajero o habitual cuando las parejas llevan tiempo de relación. Esta primera impresión, suele cambiar a lo largo de la terapia, cuando toma conciencia del problema y aumenta su implicación.

Motivos para solicitar una terapia de pareja

Tus motivos para acudir a una terapia de pareja pueden ser muy diversos y cada caso, es único.

Podría existir una falta de comunicación, hostilidad manifiesta o encubierta, problemas de convivencia, problemas sexuales, falta de motivación, infidelidad, celos, dependencia emocional, etc.

Si llevas sufriendo esta situación mas de dos o tres meses, es evidente que se ha instalado entre vosotros un conflicto de pareja, que habrá que identificar y buscar soluciones. Dejar las cosas como están, nunca es una buena opción, ya que la relación se acaba resintiendo, perdiendo calidad y pudiéndose llegar a un distanciamiento irreversible. El tiempo por si solo no cura, sino las actuaciones que realizamos en ese tiempo.

¿Qué puedes esperar tras una terapia de pareja?

Tras realizar un trabajo de terapia, podremos valorar si se trata únicamente de una crisis o los cimientos de la relación están severamente afectados.

Como pareja, podéis reforzar vuestros vínculos afectivos, para poder disfrutar de una relación segura y plena, sin dobleces.

También podría darse el caso, que no alcancéis los acuerdos o motivación suficiente para seguir el camino juntos.

No obstante, tanto si ocurre un caso u otro, es necesario siempre un desenlace, para no estancarse en una situación de infelicidad, ansiedad u hostilidad, que no permite el desarrollo personal sano de cada uno de vosotros.

El conocimiento obtenido, siempre será positivo, para conoceros mejor, vuestras necesidades, expectativas, malos hábitos y límites. Es positivo a nivel tanto de pareja, como personal, para un presente y un futuro, juntos… o con otra pareja.